Cómo curar tatuajes: guía para la prevención y tratamiento de complicaciones

04/12/23

La siguiente entrada resume la revisión que realizaron Begoña Fornes, Paula Díez y Concepción Sierra: «Complicaciones y cuidados de los piercings y los tatuajes (1ª parte)». El texto completo se encuentra disponible en nuestra sección de Guías y recursos.

Tratamiento tatuajes

Desde la década de los años 90, el fenómeno de los tatuajes ha experimentado un notable incremento. Se estima que entre un 15% y un 20% de la población española ostenta algún tipo de tatuaje.
Aunque en principio llevar a cabo estas prácticas no debería suponer un grave riesgo para la salud, la literatura científica ha ido acumulando evidencias sobre posibles complicaciones asociadas.
Por lo tanto, es imprescindible comprender las posibles complicaciones y efectos
secundarios asociados a los tatuajes para aplicar los cuidados adecuados.

¿Qué es un tatuaje?

Un tatuaje es un dibujo grabado en la piel mediante la introducción de pigmentos en la dermis.
Según esta definición encontramos los siguientes tipos de tatuajes:

1. Tatuajes traumáticos: son aquellos en los que un determinado material se impacta en las dermis de manera no intencionada. Como los que se producen tras un accidente de moto o, también, tras un pinchazo con la punta de un lápiz.

2. Tatuajes cosméticos: empleados para un maquillaje permanente para delinear ojos,
labios, cejas o la areola-pezón en las reconstrucciones mamarias.

3. Tatuajes decorativos: son los que dan al individuo un rasgo distintivo cultural o social. Dentro de esta categoría encontraríamos los profesionales, los no profesionales (o amateur), los tatuajes permanentes y los tatuajes temporales.

4. Por último, encontramos los tatuajes médicos (iatrogénicos): pueden surgir como
resultado de ciertos procedimientos médicos, especialmente en los que se aplica cloruro férrico.

Posibles efectos adversos a tatuajes permanentes

En el artículo, los autores realizaron una revisión de la literatura sobre el tema en las bases de datos Pubmed, Cuiden, Google académico, Cochrane, para describir las complicaciones derivadas de las prácticas de los tatuajes. Entre estas complicaciones se encuentran: 1. Reacciones inflamatorias:
    • Inmediatas: Aparece de forma instantánea en la zona del tatuaje a causa de las múltiples infiltraciones del pigmento. Es un efecto común sobre el que hay que advertir al paciente de antemano y se puede tratar con un corticoide tópico.
    • Retardadas: Pueden aparecer meses o años debido a la reacción con los diferentes componentes que contiene la tinta.
2. Enfermedades infecciosas: son debidas generalmente a las condiciones higiénicas deficientes durante la realización de los tatuajes, a la contaminación del pigmento utilizado, o debido a unos cuidados posteriores insuficientes. 3. Tumores: Aunque existen diversas publicaciones que hacen referencia a la aparición de tumores cutáneos malignos en el interior de los tatuajes, estos son infrecuentes comparados con la gran prevalencia de personas tatuadas, por lo que la relación podría ser casual.
Atencion quemadura quimica

Prevención y cuidados

En aras de prevenir estas complicaciones y garantizar una adecuada curación, se recomienda:

En cuanto al procedimiento:

  • Utilizar material estéril (aguja, guantes, gasa, antiséptico) y, para ello, el tatuador debe utilizar el material para una sola aplicación en una sola persona. Tanto agujas como pigmentos.
  • El tatuador debe lavarse las manos previamente y usar guantes nuevos.
  • Limpiar y desinfectar la zona a tatuar con agua y jabón o antiséptico. Tras realizar el dibujo, se debe volver a limpiar la zona y ocluir.

En cuanto al cuidado posterior:

  • Mantener la oclusión 24 horas con apósito antiadherente (normalmente se usa film transparente).
  • Evitar tocar la zona tatuada, no ejercer presión sobre ella y no rascar sobre la zona.
  • No quitar la costra, debe caer sola.
  • Lavar el tatuaje suavemente con agua y jabón, 3-4 veces al día durante 15 días.
  • Evitar utilizar jabones con perfume y alcohol.
  • Secar con ligeros toques, sin fricción.
  • Evitar los baños (piscina, jacuzzi, bañera…) calientes y prolongados hasta la cicatrización completa.
  • Una vez cicatrizada, mantener hidratada la zona durante un mes.
  • Utilizar crema de protección solar y evitar la exposición al sol.
  • Por último y súper importante, si apareciese: dolor persistente, enrojecimiento, calor, edema o empezase a supurar, acudir al médico de familia.

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